¿Utilizas la misma contraseña para varias aplicaciones como el correo electrónico, redes sociales, foros, etc.? ¿Cambias habitualmente las contraseñas? O directamente, ¿usas contraseña? Si has respondido NO a alguna de estas cuestiones, tienes un problema.
Y no somos catastrofistas ni exagerados, es una realidad. Ayer mismo se descubrió una filtración de más de 773 millones de cuentas de correo electrónico, lo cual supone una de las brechas de seguridad más grandes de las conocidas hasta ahora. Esta filtración ha sido denunciada en su blog personal por Troy Hunt, experto en ciberseguridad (www.troyhunt.com), quien ha comprobado que gran parte de estas cuentas ya habían sido comprometidas anteriormente pero, tal y como señala en su web, más de 140 millones de correos electrónicos y de 100 millones de contraseñas son nuevas filtraciones.
¿Y esto qué significa? Pues que alguien ha podido tener acceso al contenido de tus emails e incluso suplantar tu identidad, además, si usas la misma contraseña para el correo y para otras aplicaciones, como redes sociales, por ejemplo, también podrá acceder al contenido de las mismas, y ya mejor ni hablamos si es la contraseña del banco.
¿Cómo puedes saber si tu cuenta está entre esos cientos de millones? Fácilmente, por medio de la web Have I Been Pwned, responsabilidad de Troy Hunt. Basta con escribir en el buscador tu dirección de correo electrónico (te recomendamos que lo hagas con todas tus cuentas) y pulsar el botón pwned?. Si la pantalla se pone de color verde, ¡enhorabuena! Tu cuenta no ha sido filtrada, ahora si la pantalla se pone en rojo, tenemos un problema. Pero tampoco te agobies, tiene solución, eso sí, toca cambiar esa contraseña, tanto en el correo electrónico como en todos los otros sitios de internet donde la utilizaras (redes sociales, foros, cuenta bancaria…).
La seguridad al alcance de tu dedo
Y ya que nos hemos llevado el susto, vamos a darle a partir de ahora la importancia que se merece al tema de las contraseñas. No basta solamente con tener una contraseña, si no que hay que atender a más cosas y por ello te damos las siguientes recomendaciones:
• No compartas tus contraseñas con nadie. Las contraseñas son secretas y, obviamente, si se la das otra persona, secretismo ninguno.
• No utilices la misma contraseña para todo, ni siquiera para dos cosas. Igual de inapropiado es usar la contraseña del banco para acceder a nuestro perfil de Facebook (espero que esto no se le haya ocurrido a nadie), que usar la misma contraseña para acceder al correo electrónico, a Facebook, a Twitter y al foro de aficionados a la fotografía.
• Utiliza contraseñas fuertes. ¿Esto qué es? Hacer que la contraseña sea difícil de averiguar, por ejemplo, usar la fecha de tu cumpleaños no es una buena idea. Las contraseñas deben contar, al menos, con 8 caracteres, combinando mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.
• Cambia la contraseña de forma periódica, además, evita repetir contraseñas que ya hayas usado antes. La periodicidad dependerá del servicio de internet del que se trate, así, por ejemplo, la contraseña del banco por sus implicaciones, es conveniente cambiarla más a menudo. Pero, en cualquier caso, hay que actualizarlas todas.
• Ojo con las preguntas de seguridad. Hay sitios de internet y aplicaciones que pueden usar este tipo de preguntas para recuperar contraseñas olvidadas, por ejemplo. Pues bien, usa siempre aquellas que sean más difíciles de adivinar, cuanto más personal sea y menos gente conozca la respuesta, mejor.
Y después de todo esto estarás pensando ¿y cómo quieren que yo me acuerde de todas mis contraseñas y haga todas estas cosas? Bueno, para ello existen unos programas de gestión de contraseñas, que son muy útiles, sencillos de manejar y los hay gratuitos, pudiendo consultar algunos de ellos en la web de Oficina de Seguridad del Internauta.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda para evitar, dentro de lo posible, porque por desgracia el riesgo 00 no existe, accesos indeseados a tu información y todo lo que puede conllevar.