Conoce unas pautas básicas a seguir
Aunque nuestro anterior post también estaba ubicado en el entorno estudiantil, y sin ánimo de resultar repetitivos, queremos aprovechar la infografía que recientemente ha publicado la Agencia Española de Protección de Datos (y que puedes consultar al final) para realizar esta nueva entrada comentando algunas recomendaciones en cuanto a la protección de datos de los menores en las aulas.
En primer lugar, tal y como nos dice la AEPD, piensa antes de publicar o compartir material con imágenes de menores: ¿estamos seguros de la privacidad de la red social en la que vamos a compartir dicho contenido? No es infrecuente creer que tenemos las publicaciones configuradas como privadas y, en realidad, son públicas; también debemos tener especial cuidado con etiquetar a alguien en esa foto (por ejemplo, a la tía Marta, para que vea lo guapo que iba su sobrino en la excursión al cine), pues pueden tener acceso a la misma los contactos de esa persona. Así que, como primer paso, hay que revisar la configuración de la privacidad de nuestras redes sociales para estar seguros de con quién vamos a compartir cada contenido.
En segundo lugar y, aunque aún quedan un par de meses largos hasta diciembre (mes estelar en lo que actuaciones escolares se refiere), especial cuidado con las fotos que hacemos de las funciones de clase (tanto familiares, como profesorado y centros escolares). Para papás y familiares de los pequeños actores y actrices: las fotos y vídeos que realicéis y en las que se muestre la imagen de más personas (ya sean menores o adultos) deben ser para un uso personal y doméstico exclusivamente, no debemos compartirlas públicamente; así que precaución con qué foto utilizamos como portada de alguna red social o de perfil en aplicaciones de mensajería instantánea. Para profesorado y centros: las fotos y vídeos que se realicen deben ser sólo para uso interno, en caso de que pretendamos utilizarlas para RRSS, página web del centro, blog, etc. necesitaremos inexcusablemente el consentimiento de la persona o menor (siempre y cuando éste último sea mayor de 14 años) que aparezca en la imagen o de quien ostente la patria potestad en el caso de imágenes de menores de 14 años.
Y, como afectado, ¿qué puedo hacer si me encuentro por la red con una imagen mía o de mi hijo/a para la que no he prestado mi consentimiento? En ese caso debemos ejercitar nuestro derecho de supresión ante el responsable de dicha imagen (ya se trate de un vídeo o de una fotografía) solicitándole la eliminación del mismo (siempre mediante algún medio que nos permita acreditar nuestra petición) y, si no obtenemos respuesta o consideramos que no es la adecuada, podremos presentar una reclamación ante la AEPD.
En tercer lugar la Agencia Española de Protección de Datos recomienda a los centros escolares y a los profesores que presten atención a qué aplicaciones y servicios en la nube utilizan en el día a día de sus clases. Ante la innumerable cantidad de aplicaciones que nos podemos encontrar en el ámbito educativo, debemos cerciorarnos de que las elegidas cuenten con un nivel de seguridad óptimo, así como de que no van a utilizar los datos de los menores que les proporcionemos para la elaboración de perfiles de aprendizaje o comportamiento, por ejemplo. Una secuencia idónea para decidir qué aplicaciones utilizar dentro de las aulas sería aquella por la cual la dirección del centro, en estrecha colaboración con el delegado de protección de datos del mismo, evaluasen las diferentes alternativas que se ajustan a las finalidades que persiguen, aprobar aquellas que cumplen con los requisitos marcados y trasladarlo al profesorado, para que estén informados sobre qué aplicaciones y servicios en la nube son adecuados para su uso. Además, una vez elegidas por cada profesor que aplicaciones y/o servicios en la nube va a utilizar con sus alumnos, sería recomendable comunicarlo a los padres de los mismos.
La última recomendación que nos hace la AEPD en su infografía (y desde luego que no es la menos importante) es que demos ejemplo, que eduquemos a los niños y niñas en la conciencia de la protección de datos y la seguridad de internet, haciéndoles partícipes de la importancia de este tema en pleno siglo XXI.